Por: Miguel Santos.
Desde que fui estudiante y decía orgullosamente que estudiaba criminología y criminalística, siempre me preguntaban:
¿levantas muertos?
¿no te da miedo la sangre?
¿Haces las autopsias y esas cosas?
Y como muchos, llegó un momento en el cual me harté de repetir que nuestro gremio no levanta muertos, que no es lo mismo la criminología y la criminalística, que no perfilo a la gente con la mirada, etc. Eso me llevo a preguntarme ¿quién fue o quienes fueron los responsables de que la sociedad nos tenga en ese concepto? ¿Por qué, aunque existen tantos criminólogos en nuestro país, sigue existiendo este fenómeno? Quizá pienses “¿y eso que? no me importa lo que piensen” y sabes que, tienes toda la razón… nadie se preocupa por analizar como la sociedad ve al criminólogo, ni los mismos criminólogos se preocupan por su imagen (bueno, no todos), lo cual es más triste aún.
Hagamos el siguiente ejercicio, mencionaré una profesión y mentalmente IMAGÍNATE a ese profesional realizando una actividad, portando un instrumento de trabajo, y ¿por qué no? también su forma de vestir ¿Listo?
Abogado
Médico
Policía
Ingeniero
Al abogado te aseguro que te imaginaste a un Licenciado dentro de un despacho o un juzgado, con su portafolio, vistiendo un traje elegante y bien combinado. Al médico te lo imaginaste con su bata blanca, en un hospital atendiendo a sus pacientes y recetando medicamentos. Al policía realizando una detención (aplicando los niveles del uso de la fuerza) o dentro de una patrulla, y con su uniforme institucional. Al Ingeniero con su casco blanco, supervisando la construcción de un edificio, con sus planos en la mano.
¿Te das cuenta? Cada uno de estos profesionales se diferencian uno del otro; tienen IDENTIDAD, la cual han forjado con mucho esfuerzo para que la sociedad los pueda voltear a ver. Ahora pregúntate ¿cómo ve la sociedad al criminólogo? ¿qué actividades realiza el criminólogo que lo identifican como tal? y lo más importante: ¿Por qué nos ven así? Seguramente respondiste: la gente nos ve como levanta muertos en la escena del crimen, interrogando a los criminales en un cuarto oscuro con una lámpara y una mesa, perfilando criminales. ¿Así nos ven? ¿Somos como esas series estadounidenses que, aprovechándose de la curiosidad, nos presentan al criminólogo como un ser morboso, frío, con un IQ impresionante, que siempre resuelve el caso y encuentra al criminal? ¿así es un criminólogo? según las series y la sociedad: si. Según la realidad: no.
No te sientas mal, eso no solo sucede en México, sino también en otros países como Costa Rica o Argentina, incluso España que, siendo un país del primer mundo, también vive lo mismo. He aquí un video que comparte la Criminóloga Española Laura Gómez en su cuenta de YouTube: Pura criminología.
Ojo, la sociedad no es responsable de que nos perciban así, también hay Organizaciones e Instituciones que venden una IMAGEN equivocada de la criminología, ofertan y promocionan cursos y talleres que no tienen coherencia, y seguro has visto su publicidad en redes sociales y como “buen crimi” aplicamos el típico “like y compartir”. Algunos cursos que recuerdo son “Detección criminológica de mentiras y seducción a la pareja” “Perfilación kinésica de Monstruo de Ecatepec” (por cierto aun te puedes inscribir) y algunos que nunca olvidaré porque dan risa: “Criminología del Amor” y “Crimen y perversión: la otra cara del placer” (en serio, todos existen, los puedes buscar en Facebook). También algunas universidades nos muestran un panorama maravilloso de la carrera, por ello la elegimos, venden la idea de que la sociedad nos necesita (lo cual es cierto) pero que pasa, nos venden mucho morbo y perversión, incluso en su publicidad confunden la criminología con la criminalística, y de paso confunden público interesado.
Por último, tenemos al mismo Criminólogo [en su etapa de preparación académica y profesional]. Como estudiante (todos sin excepción) hemos publicado en redes sociales y etiquetamos a nuestros compañeros, amigos y familiares acompañado de la frase “Aquí estudiando la escena del crimen” o subiendo fotografías del lugar donde realiza su servicio social y prácticas profesionales, que por cierto realizar este tipo de acciones pueden consecuencias administrativas, económicas y penales. O también uno que otro “colega” que porta su “identificación” de meritorio impreso en hoja de papel bond enmicado, dentro de un porta gafete y lo presume a diestra y siniestra, seguramente te acordaste de alguien (después no se quejen de que por esas personas no no les abran la puerta para tener la oportunidad de aprender). No soy el único que ha escrito esta situación, el criminólogo corporativo José Luis Prieto, en su artículo “El criminólogo como asesino serial de su propia carrera: Reflexiones sobre el morbo y la homicidiología”, describe la triste historia de cómo el mismo criminólogo DAÑA SU PROPIA IMAGEN ante la sociedad.
Te comparto el enlace para que te des una vuelta y lo analices.
Como egresado la situación es distinta, diste el primer paso a la realidad, y no sabes que camino elegir, y si es complicado porque ya no tienes esa venda que te cubría los ojos: la universidad.
Y tienes tres caminos a elegir:
Abandonar completamente el sueño y la idea de ser criminólogo, decides trabajar en algo diferente o de lo que sea, formas tu familia y buscas tu felicidad, lo cual es válido.
Esperar a que salgan las convocatorias de la policía federal, estatal, agencias de investigación, etc., aunque sea como administrativo porque así se empezaron muchos. También es válido.
Emprender y crear tu propio modelo de negocio, investigas, aportas información, y porque no: creas nuevas áreas de la criminología.
Son tres panoramas que no solo pasa con los criminólogos, también lo vivieron y lo siguen viviendo otras carreras. Empero, muchas personas se esforzaron y lucharon por posicionar la criminología en todo lo alto, estas personas son un ejemplo que seguir, se han ganado una REPUTACIÓN y RESPETO en el gremio, porque han callado bocas y dado cachetadas con guante blanco a aquellos que dicen que la criminología no tiene futuro ¿cómo? han creado contenidos innovadores. Es posible, solo hay que salir de la caja, y decirle al mundo “Soy un criminólogo, no levanta muertos”
En los tres puntos anteriores comentamos tres panoramas en el que se desenvuelve el criminólogo y te las presento por medio de las siguientes preguntas que te invito a responder y reflexionar.
Tu familia, tus vecinos, en tu colonia ¿como ven al criminólogo?
Las Organizaciones e Instituciones que conoces ¿Cómo te muestran la criminología y al criminólogo?
En este momento ¿Qué percepción tengo o quiero tener como criminólogo?
Te comparto las respuestas de la pregunta tres, elige una de acuerdo a cómo te ves o cómo quieres que te vean:
Criminólogo Subempleado: Aquel que concluye su carrera, pero se dedica a otras actividades.
Criminólogo Tradicional. Aquél que es otro más del montón, sigue el mismo camino que los demás (por ejemplo: esperar convocatorias de fiscalías).
Criminólogo Innovador. Aquel que reevoluciona el conocimiento, crear contenidos, propuestas y nuevas especialidades.
¿Con cuál te identificas?