POR: Arisbeth Ipatzi Paredes
“La violencia en cualquiera de sus clasificaciones es la más vergonzosa violación a los derechos humanos, en ella no existen límites geográficos, de cultura o clases sociales y mientras continúe no podremos afirmar que realmente avanzamos hacia una sociedad igualitaria, en desarrollo y en paz.”
Cuando hablamos sobre violencia sexual la mayoría de las personas tenemos una idea limitada de este concepto, pues generalmente lo centramos en actos de violación, si bien este hecho es parte de las múltiples acciones que implica la violencia sexual no es el único; en la mayoría de los casos la falta de difusión sobre dicho tema crea una perspectiva limitada de la situación, que nos encasilla en solo un tipo de acto.
LA VIOLENCIA SEXUAL COMO CONCEPTO
La violencia sexual es uno de los tipos de violencia que se ejerce con más frecuencia, se define como: “Cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que denigra y cosifica a quien lo padece” (Republica, 2017).
La violencia sexual generalmente es perpetrada por la pareja o conyugue, sin embargo en algunos casos también es efectuada por personas distintas a su compañero (a) sentimental.
Como bien se menciona la violencia sexual no es un hecho aislado podemos observarla en relaciones sentimentales o fuera de ellas, muchas veces con amigos, o familiares y en diversos entornos sociales.
¿QUIÉNES SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL?
Cuando se habla de violencia sexual generalmente relacionamos el contexto con el hecho de que esto les ocurre únicamente a mujeres y niñas, sin embargo esto le puede suceder a cualquier persona sin importar el género o la edad.
Mientras que los actos de violencia sexual contra el género femenino representan una manera de reforzar la dominación masculina (UNICEF, s.f.); en los hombres y niños víctimas de este hecho se ve vulnerada su percepción de lo que representa su virilidad.
Sin importar si se es hombre o mujer, en ambos casos, la sexualidad, la capacidad procreadora y la identidad de género se ve gravemente afectada.
ALGUNOS DATOS ESTADÌSTICOS
Según el INEGI en la república Mexicana, entre Octubre del 2015 y Octubre del 2016 las entidades que presentaron los mayores índices de violencia sexual fueron: Aguascalientes (2.9), Jalisco (2.8) y Estado de México (2.6). (Geografia, 2018)
Según la ONU en 21 países de ingreso alto y medio, el 7% de las mujeres (variando hasta 36%) y el 3% de los hombres (variando hasta 29%) afirmaron haber sido víctimas de violencia sexual durante su infancia; (Bartolomé, 2012)
· Globalmente, el 35% de las mujeres del mundo entero han sido víctimas de violencia física y/o sexual (Organization, 2013).
¿CÓMO SE MANIFIESTA?
La violencia sexual abarca actos que van desde el acoso verbal a la penetración forzada y una variedad de tipos de coacción, desde la presión social y la intimidación (Salud, 2013) algunas de sus manifestaciones son:
Violación en el matrimonio o en citas amorosas ya sea por conocidos o desconocidos.
Insinuaciones sexuales o caricias no deseadas y acoso sexual en diversos entornos sociales.
Esclavitud y explotación sexual, así como otras formas de violencia particularmente comunes en situaciones de conflicto armado.
Abuso sexual de personas física o mentalmente discapacitadas, incluyendo a menores de edad; e incesto.
Formas de violencia sexual por “tradición y costumbres”: como matrimonio forzado o “herencia de viuda”.
Mostrar u observar partes íntimas o el cuerpo desnudo a otros sin su consentimiento.
Masturbación pública (Center, 2012).
LAS CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA SEXUAL
Los sobrevivientes de la violencia sexual y de género, son afectados a nivel físico, psicológico y social; las lesiones físicas con frecuencia son acompañadas de depresión, dificultades con las relaciones íntimas, la marginación, el aislamiento, y la falta de reparación legal. (UNHCR & ACNUR) Es por ello que es de vital importancia señalar con mayor precisión cuáles son algunas de las consecuencias a nivel de salud reproductiva y mental, así como las conductas que se generan a partir de este hecho.
¿CÓMO PODEMOS PREVENIR LA VIOLENCIA SEXUAL?
Todos los seres humanos podemos crear una cultura de prevención ante situaciones como la que abordamos en esta ocasión, debemos generar consciencia social sobre el respeto y la empatía hacia quienes sufren esta clase de abusos. No debemos culpar a la víctima de estos hechos y debemos escuchar a quienes nos presentan su testimonio. Como seres humanos podemos brindar ayuda a quien lo necesite, así como frenar comentarios que atenten contra la libertad sexual de cada individuo, que agredan y dañen la integridad de otro y que sean causa de racismo y discriminación. Podemos crear y aplicar programas de prevención que nos ayuden a combatir esta problemática, algunas formas de prevenirlo son las siguientes:
Aplicando programas en los hogares y centros de comunidad donde se encamine a los padres a prevenir la violencia sexual,
Detectar trastornos conductuales en los niños y adolescentes ya sea en el hogar o en la escuela,
Trabajar en los centros educativos para enseñar a los niños a evitar la violencia sexual,
Realizar talleres para adolescentes y evitarla violencia sexual en el noviazgo,
Crear concientización social sobre la equidad de género,
Trabajar en eliminar y disminuir las barreras sociales que propicien el mal trato, la violencia o la degradación hacia otros.
POR FAVOR RECUERDA: ¡LA VÍCTIMA NO ES CÚLPABLE!
No importa cómo te vistas, como camines, como actúes o hacia donde te dirijas, la victima NUNCA tiene la culpa de sufrir violencia sexual, ya que los autores pueden usar la fuerza física para lastimarte, las amenazas para intimidarte, la manipulación para envolverte y la represión para callarte, no importa si no presentas lesiones físicas visibles, eso no implica que lo sucedido haya sido con tu consentimiento.
CONCLUSIÓN
La lucha para combatir esta clase de situaciones no se limita a movimientos sociales integrados solo por mujeres ya que no son únicamente quienes sufren de esta situación, los hombres aunque en menor grado también la padecen, esta es una batalla donde se involucran ambos géneros, y donde con cada acto de cambio podemos generar conciencia sobre este tema, es necesario que se escuchen las voces de quienes necesitan ayuda, no podemos estigmatizarlos, culparlos o señalarlos, todos podemos ser víctimas en algún momento de nuestras vidas, y si nadie habla, es momento de que nosotros lo hagamos, la lucha contra un hecho como este puede comenzar con una persona, pero debe llegar a miles; esa es la única manera de combatir y erradicar la violencia sexual.
Referencias
Bartolomé, L. O. (2012). Violencia sexual contra los niños y las niñas. Abuso y explotación sexual infantil. ESPAÑA: SAVE THE CHILDREN ESPAÑA.
Center, N. S. (2012). ¿QUÉ ES LA VIOLENCIA SEXUAL? 6.
Geografia, I. N. (2018). “ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER (25 DE NOVIEMBRE)” / DATOS NACIONALES. COMUNICADO DE PRENSA NÚM. 588/18, (pág. 12).
Organization, W. H. (2013). Global and regional estimates of violence against women: prevalence and health effects of intimate partner violence and non-partner sexual violence. Italy.
Republica, P. G. (2017). VIOLENCIA SEXUAL. México: Unidad de Igualdad de Género.
Salud, O. M. (2013). Comprender y abordar la violencia contra las mujeres. Obtenido de Violencia Sexual: https://oig.cepal.org/sites/default/files/20184_violenciasexual.pdf
UNHCR, & ACNUR. (s.f.). El trabajo con hombres y niños sobrevivientes de violencia sexual y de género durante el desplazamiento forzado. Obtenido de https://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=50bdb1462
UNICEF. (s.f.). UNICEF para cada niño. Obtenido de Protección infantil contra la violencia, la explotación y el abuso: https://www.unicef.org/spanish/protection/57929_58001.html
